21 de julio de 2009

Nueva visión del mundo



Hola a todos. El Gen Maestro se ve afectado momentáneamente. Espero que no les incomode y que aprecien lo aquí escrito. Mucha suerte y gracias por leer.


Este articulo surge de una reflexión hecha en base a un informe sobre la pobreza en Argentina emitido por un canal de Televisión (La Mariposa Esquizofrénica tiende a analizar la mayoría de las cosas que ve). El informe mostraba distintas familias bonaerenses que vivían en condiciones infrahumanas, sin alimentos, vestimentas, sus casas eran tan precarias que apenas tenían rudimentarias paredes construidas con escombros. La pregunta que surge luego de ver esto es: ¿Cómo podemos permitir que esta situación denigrante continúe? ¿Cómo puede ser que sabiendo y viendo esto no hagamos nada para cambiarlo?
Dicen que la economía esta en crisis. Que el mundo esta sumido en esa terrible crisis. ¿Cómo puede ser que un sistema que es sistemáticamente interrumpido con crisis prevalezca?
Me han dicho que la economía es la ciencia que estudia la relación entre necesidades y recursos limitados. Si hay tanta gente que estudia ciencias económicas como puede ser que siga habiendo personas que no puedan satisfacer necesidades tan básicas como el alimento o la vestimenta. La conclusión lógica a este pensamiento es: o dichas personas que estudian economía son deficientes (no son capaces de encontrar una solución a esta problemática fundamental) o realmente lo que hacen no es economía.
Últimamente aparecen en diversos medios de comunicación cientos de personas que hablan sobre economía, alegando conocimientos sobre el tema. Más aún no puedo llegar a entender como si tantas personas saben tanto del tema que salen a exponer sus reflexiones u opiniones en medios masivos de comunicación todavía
no se halla encontrado la solución a la repartición equitativa de los recursos.
La respuesta es simple. Este sistema no esta estructurado en la satisfacción de necesidades básicas. Sino que esta estructurado en la satisfacción de necesidades que no son básicas.
Por eso existe el dinero. No para facilitar la repartición del recurso sino para generar desigualdades, para generar riqueza.
¿Cuál es el fin de la riqueza? La riqueza es el fin en si mismo.
Pero con la generación de riqueza también se genera pobreza. Es inevitable, son dos cosas que van de la mano.
Existen montones de cosas, léase productos, que son indispensables. Pero persisten por la ambición de riqueza, por la estupidez humana.
Las necesidades básicas de una persona son escasas. Ellas son: alimentación, vestimenta, salud, vivienda y educación.
Las golosinas, comida chatarra, galletitas, y diversos productos no son necesarios, es más son perjudiciales, para la salud humana. Los alimentos indispensables para la dieta humana son las carnes, los vegetales, las frutas. Entonces si estos son los elementos indispensables ¿Por qué existen estos otros elementos no necesarios? Existen por la codicia, por el afán del dinero.
Lo mismo que sucede con la alimentación sucede con la vestimenta. ¿Qué es lo que necesitan las personas para vestirse? La respuesta es fácil: necesitan telas que sean capaces de mantener el calor en épocas frías, elementos que permitan la transpiración y protejan al organismo del ambiente exterior.
¿Entonces por qué existen vestimentas que no cumplen su función, ropa extremadamente fina que no cumple la función de abrigar, ropa incomoda pero supuestamente a la “moda”? La respuesta vuelve a ser la misma: la codicia.
Existen cosas aún más aberrantes, a mi criterio, como la existencia de joyería. Me parece extremadamente horrible, y despreciable. ¿Cómo se hacen esos objetos tan apreciados por las mujeres? Construyendo minas a cielo abierto que destruyen ecosistemas, contaminan, perjudican la salud de los trabajadores, solo para que una mujer se cuelgue de su cuello una piedra colorida brillante que no tiene en absoluto una utilidad. No sirve para nada. Para lo único que sirven estas cosas son para perjudicar, crear desequilibrios naturales y matar personas.
Este tema es tan amplio que no quisiera seguir extendiéndome sin llegar a la conclusión que deseo llegar. Por eso voy a limitar los ejemplos e ir directo a la cuestión que estoy tratando de hacer notar.
Habíamos dicho que el objetivo de la economía es la distribución del recurso limitado ante las necesidades humanas.
La respuesta es más simple de lo que se cree.
Para ilustrarla mejor voy a utilizar el caso Incaico.
El imperio Incaico constaba de muchísimas ciudades repartidas en el territorio sudamericano. La estructura de estas ciudades constaba en la familia. Cada familia tenía la extensión de tierra adecuada para satisfacer sus necesidades, ni más, ni menos. Todos los integrantes sabían cultivar la tierra, aprovechando las plantaciones nativas. Los incas conocían extremadamente bien su territorio y lo vital del equilibrio ecológico. Utilizaban terrazas de cultivos y las regaban con ingeniosos canales que aprovechaban el desnivel de las terrazas. Los incas obtenían la lana indispensable para su vestimenta de las vicuñas salvajes de las cuales atrapaban y esquilaban racionalmente para que fueran capaces de sobrevivir el invierno.
Los incas conocían y respetaban su ambiente natural. Eran sabios, no sobreexplotaban el recurso.
El inca se mantenía al tanto de los nacimientos y muertes de los habitantes gracias a un organizado sistema de comunicación. La política del Inca era que un pueblo bien alimentado y vestido era útil tanto para la paz como para la guerra. El inca proveía de materia prima a su pueblo con la seguridad de que cada habitante sabía como convertirla en vestimenta y en alimentos.
Cuando los Españoles llegaron arrasaron con todo. El imperio incaico se perdió y con él su maravillosa manera de organizar y repartir el recurso.
Ahora si podríamos adaptar la concepción Incaica de la economía y de la organización lograríamos derrotar a la pobreza. Ya que esta no tiene cabida en ella.
Con nuestra tecnología superior sería muy fácil hacerlo. A cada familia se le sería concedida una casa donde tendrían que cultivar los consumos propios de la familia y el excedente podría utilizarse para generar intercambios entre distintas familias de otros lugares geográficos con producciones diferentes.
Tanto el sistema educacional como el de salud serían sustentados por la población misma. Como las personas que lo ocuparían, así como los cargos administrativos, no tendrían tiempo para cultivar sus propios consumos se les pagaría con esta producción, no con dinero. Lo mismo sucedería con sectores encargados del desarrollo científico y tecnológico.
Los impuestos no serían contabilizados con dinero, sino con producción. Como cada persona sería sustentable el trabajo desaparecería. El trabajo de la población en general sería el de aprovisionarse con alimentos y vestimenta. Pero para que esto fucione los países deberían dejar de existir y la humanidad tendría que nuclearse en un gobierno común.
Si esto se lograría las grandes empresas deberían dejar de existir. Lo mismo le sucedería a la riqueza y a la pobreza. Ya que el dinero dejaría de ser considerado un bien, lo mismo con esos productos “sin uso” de los que hemos hablado.
Bien en esta nueva situación se nos plantea ahora la necesidad humana no biológica. Esa necesidad intangible de superación y demás cosas impuestas por la cultura en la psiquis humana.
El propósito de este cambio no es solo económico sino también espiritual. Si los humanos no tendríamos esa presión ejercida por la sociedad, la presión de buscar un trabajo, previo haber tenido que estudiar, ascender en dicho trabajo con el fin de aumentar el rédito económico. Pero ¿para qué queremos mayor rédito económico? Para valernos en una sociedad basada en el dinero. Por eso mismo si la sociedad deja de basarse en el dinero esta presión de ascenso sería eliminada naturalmente del sistema.
Y allí entra el interrogante. Si los humanos dejamos de estar presionados por cosas tan banales esa necesidad de superación será canalizada hacia otro lugar. Las preguntas empezarán a surgir. El porque estamos aquí, nuestra verdadera esencia, nuestro objetivo, nuestro papel en el universo.
¿Será por eso que no cambiamos nuestro sistema económico? ¿Por qué le tenemos miedo a las respuestas de esas preguntas?

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