16 de noviembre de 2009

Mi Sonido


Cada vez que entro en mi aposento, te veo ahí
Detenida, silenciosa y deseosa de silbar,
Más no soy yo aquella que alguna vez te alcanzó
No, ella partió y aquí no hay sino memorias.

Si observo bien, puedo percibir que todo lo que te envuelve,
Es polvo, ceniza del sonido producido hace tiempo,
No existe algo ajeno en ti, ninguna otra melodía
Quizás es por eso que no fulguras como antes.

Será por el bien de las dos, te lo prometo
Por mi parte no te veré arruinarte nunca más,
Y de tu parte, saldrá una última balada,
Pero será rasgueada por alguien inédito.

Perpetuamente se encontrara en mí,
El aguardo de poder conspirar un sonido a solas contigo,
De que seas mi aparejo en la vida y en la muerte
Ese deseo de no verte ahí quieta sino en mis manos,
Sonando con ese tono en el cual solías afinar,

Pero supongo, no es más que una quimera borrosa,
Ya que el motivo de tu arribo, no existe
No te apetezco como solia hacerlo,
quiero hallarte quieta pero arcaica,
Con una historia que me puedas recitar…

Supongo que ese es mi joven porqué ahora...
Ahora que ya no eres mi Andrómeda.

1 comentario:

  1. :O tu Andrómeda... no importa caro, algun dia nos vamos a poner las pilas... cuando todo termine, secuestramos a sil y ella nos va a traspasar su conocimiento :P

    no te pongas triste :)

    siempre va a ser tu Andrómeda

    ResponderEliminar